La lucha en Terrabusi desenmascara a los ‘audiovisuales' K

La ley audiovisual del trío K-Solanas-Binner tuvo su preestreno con el conflicto del Terrabussi. Los Moyano, Daer y compañía, futuros titulares de los medios que serán emancipados por la ley K de los monopolios capitalistas, hicieron punta en la exigencia de que el Estado ponga fin a esta lucha, lo que supone un llamado a la represión. Los kirchneristas fanáticos de la CTA no han movido por la lucha de Terrabusi ni el 0,1% de lo que supieron hacer para apoyar la ley K de medios cuando aún incluía el ingreso de los pulpos telefónicos. En la dirección de Foetra revista uno de los principales dirigentes de la central alternativa, que no se privó de fogonear la ley tele-audio-visual en las audiencias públicas, pero que no haría un paro de cinco minutos para apoyar a los obreros del pulpo internacional de la alimentación. No hace falta decir que la patronal de Clarín hizo frente con la patronal de Kraft, como ha ocurrido siempre y no podría ser de otro modo, y que sigue caracterizando mentirosamente a la lucha de los compañeros del subte como “una interna gremial” (pero a la interna que ellos tienen con los K y sus capitalistas amigos la presentan como un combate de salvación nacional). Los animadores de la reconquista de la palabra por medio de la ley, o sea los K de Carta Abierta y otros blogueros chistosos, no se hicieron ver ni una sola vez en la Panamericana con los obreros, o en las innumerables manifestaciones que se realizan en su apoyo. En la Universidad, los comunicadores del oficialismo se encuentran mudos, y miran impávidos la movilización de los estudiantes en solidaridad con los trabajadores. Es que comprenden perfectamente bien que la lucha en Kraft-Terrabusi pone en jaque al sistema, y que alimenta muchas otras del mismo cuño, que asestarían golpes mortales a la burocracia sindical y a las camarillas del gobierno y de la universidad –o sea que pondría en cuestión al régimen cuyas migajas se esmeran por usufructuar. Cuando se tiene en cuenta el lugar fundamental que ocupan las mafias sindicales en el aparato del estado, debiera quedar claro que luchas como las de Kraft-Terrabusi son las únicas que merecen el nombre de luchas por la democracia.

El Estado, un monopolio de la violencia de clase

Por aquello de que en la cancha se ven los pingos, la lucha de Kraft-Terrabusi, el subte, Mahle o Paraná Metal muestra el real contenido político de un proyecto audiovisual que emana de un estado capitalista. Los que escriben para apoyar el mamotreto no se tomaron un instante para preguntarse cómo la libertad de expresión podría surgir de un poder de coerción que está al servicio de la reproducción del sistema capitalista. Para los deconstructores de la palabra, el Estado es poco menos que un limbo, un espacio neutral entre las clases, casi un muro de los lamentos del desgarramiento social. Por eso le atribuyen intenciones angelicales al gobierno de Barrick Gold, de la explotación minera a cielo abierto, de los desmontes, de las petroleras, de Telecom, de los banqueros, de los canjistas de deuda, del FMI y, ahora, de la deuda estatizada que dejaron Videla-Cavallo con el Club de París. Para el capitalista los medios son un negocio; para el estado, que es la representación de todos los capitalistas, o del capitalismo como régimen, es un medio de dominación política de los capitalistas que hacen los negocios. Esa dominación política necesita la dominación mediática o simbólica, no para vender mercancías, sino para someter la conciencia política de las masas en forma directa.

Solanas sabe esto mejor que nadie, por eso no es una ingenuidad de su parte que haya votado la ley del gobierno de Xstrata, Anglo Gold y las petroleras. Esta buscando un espacio político, que primero intentó con Juez y ahora con Kirchner; a lo mejor los K lo votan para el segundo turno a intendente porteño en 2011. Lo mismo vale para Binner, que llegó a la conclusión de que no puede pelear su provincia contra Reutemann y los K simultáneamente. Después que le entregó a su ministra Alarcón al gobierno nacional, para promover un acuerdo con los sojeros, Binner se arrima el mismo a la mesa de juego.

Telefónica, Telecom, Telmex, Clarín y diez más

Pero se lo mire por donde se lo mire, el proyecto K sigue siendo el de las telefónicas. La Presidenta lo dejó en claro cuando advirtió que no se podía ir contra el progreso tecnológico. Los K buscan desalojar a Clarín para cederle el espacio a una banda numerosa de capitalistas de las telecomunicaciones. Lamentablemente para el oficialismo, sus tiempos políticos no ritman con los de los pulpos. Hasta que la situación del capital de varias telefónicas no sea definida, sus incursiones audiovisuales quedarán relegadas. Pero el desalojo que han sufrido en el proyecto de ley no ha desanimado a los capitalistas del ramo. Los nuevos bríos que ha cobrado la lucha por la adquisición de las acciones de Telecom es una demostración que el servicio del ‘triple-play’ (telefonía, Internet, televisión) está a la orden del día. Ernesto Gutiérrez, capitalista K del grupo Eurnekian lo dice sin rubor: “hay al menos una decena de interesados en la compañía” –en referencia a Telecom (Ambito, 22/9). Tanta avidez no responderá a que los desalojaron del negocio. La ocasión para la ‘reentré’ de estos pulpos la brindará la ley de telecomunicaciones, cuando deba repartirse el manejo de la estructura instalada. En ese momento, Clarín también hará su oferta, puesto que es uno de los postulantes para entrar en Telecom.

Por otra parte, en la reunión que la Presidenta tuvo el miércoles 23 en Nueva York con la elite empresarial, recibió el respaldo a la Ley de Medios del representante de Fox International Channels, porque “adaptará el mercado argentino a los nuevos tiempos” (La Nación.com).

Este negocio de buitres explica el final que se va avizorando de la novela: los multimedios que deban proceder a desinversiones para adecuarse a la ley gozarán ahora de tres años de tiempo, gracias a las modificaciones que hará el Senado. El diputado oficialista Rubén Morgado dijo que el plazo que tendrán los grupos empresarios para desprenderse de medios empezará a correr “desde que la autoridad de aplicación establezca los tiempos de transición”. Morgado añadió que definir la “autoridad de aplicación” podría demorar varios años...

De aquí a finales de 2012 hay un enorme espacio de tiempo para acomodar a todo el mundo en la redistribución de la industria audiovisual. Seguramente habrá un lugar también para las cooperativas telefónicas que negrean a consumidores y trabajadores en numerosas localidades del interior, pero en calidad de tercerizadas. El pequeño capital no puede competir con el grande en una industria de cambios constantes, que se ha destacado por ser la única que atrajo capitales en el curso de la presente crisis mundial.

La centroizquierda se deshoja

Cuando se despoja al debate audiovisual de sus mentiras, lo que queda es el completo sometimiento del gobierno a los grandes capitalistas y el total servilismo político de la centroizquierda. ¿A quién creen estos prohombres que le está reservado el espacio que se le recortará a Clarín? ¿A la Solanas Production? Los centroizquierdistas que votaron con los K en diputados saben perfectamente que estamos ante un proyecto para los monopolios telefónicos, pero han preferido esconderse detrás de la hoja de parra que les tiró la Presidenta hasta mejor ocasión.

Pero para el común de los mortales la inconsistencia centroizquierdista no es una novedad, aunque lamentablemente espera que la próxima vez no sea cierto.

Jorge Altamira

Honduras: la tercera es la vencida

El dato más relevante de la aparición del presidente Zelaya en la embajada de Brasil en Tegucigalpa es el inédito respaldo que recibió de la mayoría de los bloques políticos y de los monopolios mediáticos de Brasil. No es poca cosa el respaldo que ofreció a la movida la red Globo, que es una suerte de Clarín elevado al cuadrado. Cualquiera que esté al tanto del faccionalismo de la política brasileña y de la hostilidad mediática hacia el PT no podría dejar de notar esta circunstancia. En este operativo retorno, Lula ha contado con el apoyo de esos mismos rivales que le han boicoteado hasta ahora la incorporación de Venezuela al Mercosur, o que lo acosan por su apoyo al ultracorrupto José Sarney –un líder del partido de gobierno en coalición con el PT–, o por sus relaciones con el Movimiento de Trabajadores sin Tierra (aunque en Brasil lo único que progresa es la concentración del capital agrario). Este relevamiento de datos pone al descubierto otro dato aún más importante, que es la marginación de Chávez del operativo retorno. Cuando se juntan estas puntas es inevitable sacar la conclusión de que Lula contó con el apoyo de Obama – si no desde el vamos, al menos desde que la empresa entró en su cuenta regresiva. Nada podría conformar más al yanqui que una operación democrática que deje a Chávez fuera del juego. Es una buena forma de retomar una agenda política que procura colocar en la órbita norteamericana a la mayoría de los gobiernos que coquetean todavía con el movimiento bolivariano. De cualquier manera, es necesario destacar que la operación dejó también al margen a buena parte del ‘staff’ del Departamento de Estado de Obama, que enseguida se declaró “sorprendido” por lo que había ocurrido, pues de otro modo la filtración de la movida habría desencadenado el bloqueo de los ‘halcones’ de la administración demócrata y de los republicanos. Obama, muy tempranamente, se ve obligado a gobernar con métodos conspirativos dentro de sus propias filas. El norteamericano tampoco podía seguir perdiendo tiempo: luego de haber anunciado que no reconocería las elecciones hondureñas que deberían tener lugar en noviembre, tuvo que soportar, como una señal de la alerta, la afirmación en sentido contrario de parte del presidente de Panamá – un libreempresista estilo 90. No podía correr el riesgo de que también se le descolgara su aliado militar Uribe. Había que jugar las cartas. Los brasileños, en apariencia tan reticentes a los gestos y a las acciones espectaculares (por supuesto que sólo en el campo diplomático), dejaron pagando en este caso hasta a los más extrovertidos. ¿Por qué será? Desde los acuerdos de Lula con Bush, que autorizan a las empresas brasileñas a exportar biocombustibles sin gravámenes hacia Estados Unidos desde América Central, Brasil ha jugado fuerte en la región.

Lo prueba la cuña que logró meter entre el presidente Funes, de El Salvador, y su partido, el FMLN, con tendencia al chavismo. Por esa misma razón, desde Brasil se ha apoyado a las ONGs que participan del movimiento nacional contra el golpe en Honduras. Las uñas que Lula le cortó al PT puertas adentro del país se las afiló para que sirva a su política extranjera. Zelaya ya había adelantando, hace dos semanas, al The Washington Post (6/9), que su vuelta a casa tendría lugar antes de las elecciones de noviembre. Por fin hay alguien que cumple lo que promete. Después de dos intentos fracasados, Zelaya vuelve de la mano de los gobiernos capitalistas encabezados por un afro, descendiente de ghaneses, y un emigrante de la miseria del nordeste brasileño.

El pueblo, unido

Naturalmente que un factor decisivo (el mayor) en el giro de los acontecimientos hondureños ha sido el papel de las masas. Han estado noventa días en una movilización ininterrumpida. Como consecuencia de la crisis económica se habían incorporado a la protesta nuevos sectores. La parálisis comercial es cada vez mayor, lo que ha colocado a muchos sectores de la burguesía media al borde de la ruina. Los movimientos populares anuncian una situación insurreccional en varias partes del país y en los barrios de la capital. Las elecciones iban de todos modos al fracaso, y en todo caso no delineaban una normalización del proceso político sino mayores perturbaciones. A alguien se le ocurrió que era mejor no dejar para mañana lo que se podría perder por completo incluso hoy. Lula y Obama saben bien que el compromiso propuesto por Arias y aceptado por Zelaya está muerto. Nadie logrará que el mandatario depuesto se limite a presidir las elecciones que ganarán sus adversarios. La aceptación de un interinato para Zelaya sería una forma de amortiguar la convocatoria inevitable de una Asamblea Constituyente en un plazo previsible (o sea de limar por completo cualquier tendencia revolucionaria que anide en el pueblo). El proceso normalizador lo piloterían Lula y Obama, que dejarán convenientemente afuera el asunto de las bases colombianas y el supuesto peligro que corre la Amazonía. Deberán discutir un pacto global –‘um verdadeiro sonho brasileiro’.

Es claro, sin embargo, que una crisis que obliga repetidamente a la adopción de medidas excepcionales no tendrá una salida súbita. Obama está enfrentando una crisis bastante mayor en Afganistán, donde sus militares lo han emplazado a que refuerce la intervención militar y, por lo tanto, a que encare una decidida militarización de la política y de la economía norteamericana. Por otro lado, los criminales de guerra (oficialmente declarados como tales) de Israel insisten con la necesidad de noquear con armas nucleares las instalaciones de Irán. Tampoco nadie cree en la solvencia de la recuperación de la economía, que necesitaría nuevas dosis aún de ‘estímulos’ fiscales y financieros – que ya alcanzan, sin embargo, a escala mundial, unos veinte billones de dólares. Al cabo de ocho meses de gobierno, Obama no ha logrado imponer todavía ninguna política clara. Por eso Honduras puede convertirse en un campo de pruebas entre las varias líneas que dividen al imperialismo. Hasta Zapatero está descubriendo en España los escozores de una labor ‘destituyente’ por parte del bloque de sus adversarios, que no simpatizan tampoco con Obama.

Transición histórica

¿Qué hacer? La crisis hondureña es un nuevo peldaño en la transición política revolucionaria por la que atraviesa América Latina. Es necesario latinoamericanizar el combate hondureño con gigantescas movilizaciones de solidaridad y proceder a una clarísima delimitación de los gobiernos capitalistas democratizantes, siempre dispuestos a salvarle las papas al imperialismo. Asimismo, es necesario también convertir a Honduras en un punto de encuentro de todos los movimientos de masas de América Latina; de un lado para apoyar la revolución hondureña, del otro para conquistar, mediante la acción, una dimensión internacional. Ya no se trata de realizar Forum sociales con la rutina del reloj, sino de desarrollar un plan de acción para desembarazar a América Latina del imperialismo, desarrollar la revolución agraria, abatir a las oligarquías locales y al capital financiero, impulsar la revolución educacional y universitaria, y convertir al proletariado de la ciudad y del campo en vanguardia de una revolución social.

Jorge Altamira

CON EL PUEBLO DE HONDURAS Y LOS OBREROS DE TERRABUSI

Las cosas hay que decirlas como son: la epopeya del pueblo de Honduras y la huelga de los obreros de la ex Terrabusi forman parte de una misma lucha.

Es que detrás de la máscara de los Michelleti, las masas de Honduras son explotadas y hambreadas por los mismos pulpos, como Kraft, que explotan a los trabajadores argentinos y les niegan sus más elementales derechos democráticos.

Los hondureños tienen derecho a un gobierno propio y a una Asamblea Constituyente. Los trabajadores de la ex Terrabusi tienen derecho a un trabajo digno y a una representación sindical propia, como su cuerpo de delegados y su comisión interna, sin las burocracias que trafican medicamentos truchos o compran con dinero ajeno lujosas fincas.

Las masas hondureñas se han levantado para hacer valer sus derechos y nuestros trabajadores, por la misma razón, están en huelga, se mantienen dentro de la empresa y cortan las rutas. En Honduras, la policía y el ejército se han lanzado a una represión feroz para defender la dominación de los amos del país; lo mismo hace aquí la infantería instalada en la planta, lista para volver a arremeter contra los trabajadores.

La Presidenta de Argentina se encuentra en la Asamblea General de la ONU, donde seguramente dirá las palabras apropiadas contra los golpistas hondureños, pero nada más que eso; le teme como a la peste que se produzca una victoria popular.

En su país, Argentina, no llega ni a la demagogia; insta a sus secuaces a que hagan todo lo que posible para derrotar a los obreros de Kraft-Terrabusi.

Por eso, el ministerio (¿de Trabajo?) protege a la patronal extranjera, mientras que (¿el sindicalista?) Moyano denuncia a los que se supone que son sus compañeros y defiende sin vergüenza los intereses de los gringos.

Mientras tanto, ¿dónde están los demócratas de la palabra y de la libertad audiovisual? Pues nadie los vio utilizando sus medios de comunicación y sus sindicatos (Yasky) para defender a los trabajadores de Kraft.

Como en Honduras, los trabajadores que apoyamos la lucha de los compañeros de la ex Terrabusi hemos salido a cortar rutas y a desarrollar movilizaciones a lo largo de todo el país, porque una victoria en Terrabusi servirá para poner un límite a la explotación capitalista, conquistar nuevos derechos, democratizar los sindicatos y echar de ellos a los mafiosos que los manejan con la complicidad de los gobiernos patronales.

¡Viva el pueblo de Honduras y nuestros compañeros de Terrabusi, carajo!

El desguace de la Ley de Medios, mientras arreglan con el FMI

El gobierno llegó a un acuerdo con Clarín?

Eso es al menos lo que parece después que decidió eliminar, por el momento, a las telefónicas del proyecto audiovisual y de la disposición a rever el plazo de un año para que los cables vendan sus canales excedentes. Si se confirmara esto último, a Clarín le alcanzaría con esperar al próximo gobierno para mantener su monopolio, si antes un fallo judicial no le restablece sus “derechos adquiridos”. Lo que quedaría del proyecto kirchnerista sería el tramo que le asegura una porción de los medios a la Iglesia, a la burocracia sindical, a las ONG de dudoso financiamiento, a las fundaciones ‘sin fines de lucro’ y a las camarillas empresariales de las universidades. En el pincel quedaría la composición del futuro Comfer y la duración de sus miembros, todo lo cual podría ser cambiado por el próximo Congreso. En el mundo mágico de la libertad de expresión del kirchnerismo y de sus opositores patronales, el único que no tiene garantizada por la ley su libertad ideológica y de expresión es el periodista. La aventura mediática del kirchnerismo deberá pasar por la compra de radios y canales por parte de los amigos del gobierno.

Monopolios y monopolios

Por este camino, el proyecto podría ser votado a dos manos por los amigos de Clarín. El “grupo” no sólo vería liquidada la posibilidad de que las telefónicas accedieran a la “patria cablera” sino que tampoco se vería obligado a desprenderse de parte de su posición dominante en la transmisión de cable, que duplica el máximo de un 35% admitido por el proyecto de marras. Tampoco tendría que liquidar el manejo de los servicios de radio y televisión abierta que tiene por todo el país. Por las dudas, agregó a sus reclamos que se le permita acceder al... negocio telefónico, algo que la ley no permite a las empresas de los medios.

La Presidenta no se privó de señalar que el ingreso de las telefónicas en los servicios de comunicación audiovisual es un imperativo del progreso, por la posibilidad de transmitir por cable la señal de telefonía, de Internet y televisión (triple play). Es decir que reculó hacia el atraso, algo muy burdo para creer. Evitó reconocer, en realidad, que la retranca obedeció a la disputa, sin salida por el momento, entre los pulpos que se disputan Telecom, al tiempo que necesita a Telefónica de España para ligarse al beneficio de la reciprocidad que le permitiría explotar medios como compañía extranjera. De todos modos, lo dañino no es el ‘triple play’ sino el carácter capitalista y monopólico de las telefónicas. Si se las nacionaliza, podríamos avanzar tecnológicamente sin perjuicio para los trabajadores. Otra versión para explicar el recule lo da el Boletín Oficial: “Las telefónicas no estaban muy contentas con la redacción del proyecto (que limitaba, entre otras cosas, su posibilidad de producir contenidos para radio y televisión) y aunque no lo reconozcan públicamente, confían en poder negociar otro marco regulatorio para ofrecer triple play sin tantos condicionamientos” (Página/12, 15/9).

Crisis y crisis

En su plan original, el gobierno esperaba que el “capitalismo de amigos” hiciera pie en el negocio por la vía de Telecom. Nos referimos a los Werthein, Eurnekian, Ricardo Gutiérrez, los Rudy Ulloa y Cristóbal López. Pero no solamente la pelea subió de tono, sino que a ella se agregaron el mandamás de México, Carlos Slim, y hasta el propio Clarín. Encima que éramos pocos, Boudou tiene que viajar la semana que viene a Europa justamente a negociar la deuda pendiente con los gobiernos europeos, agrupados en el llamado “Club de París”, que son los dueños de Telefónica y Telecom.

El discurso oficial contra los monopolios es una estafa. Ahora sabemos que el artículo que prohibía a las “empresas extranjeras” dominar más de un 30% en la propiedad de medios de comunicación audiovisual era, sencillamente, un fraude, pues podía ser sorteado si la empresa respectiva tenía su sede en un país que hubiera firmado un “tratado de inversiones” con Argentina. El grupo español Prisa, dueño de Radio Continental, goza de ese beneficio luego de haber fijado sede en Nueva York para aliarse al grupo que maneja la CNN. A Prisa no le preocupa el garrote argentino sino el que le está por propinar Bolivia, donde espera que los K intercedan en su favor.

La pregunta del millón es cómo sigue la novela de la libertad de expresión luego de este vaciamiento por mano propia de la ley contra Clarín, cuando se tiene en cuenta la buena miga que están haciendo los K con el FMI, al punto que ahora los capitales entran a raudales y el gobierno deja subir el peso sin importarle que perfore el ‘modelo productivo’. Como dijimos antes que nadie en este periódico, la aborigen sojera María del Carmen Alarcón terminó borocotizando a los K y está a punto de quedarse con Agricultura, que sería convertida en ministerio. El matrimonio oficial compra su penosa sobrevivencia –como lo haría un Berlusconi– comprando los favores del capital internacional.

Pablo Rieznik

Los trabajadores de Paraná Metal, en pie de guerra

Cortan la autopista Buenos Aires-Rosario

Los operarios de la planta que administra Cristóbal López rechazaron un plan de ajuste, que incluye pagar sólo el 20% del sueldo a los suspendidos.

Los trabajadores de Paraná Metal cortaron la autopista Rosario-Buenos Aires. El jueves pasado había trascendido la intención de los directores de la fábrica de pagar sólo un 20% del salario a los operarios suspendidos.

Paraná Metal fabrica blocks para la industria automotriz. El 70% del plantel de la autopartista está suspendido. Entre contratados y operarios de planta permanente, la empresa tiene un total de 1.100 trabajadores.

La medida de fuerza surgió de una asamblea que se realizó el viernes pasado en Villa Constitución. Acaba así en un rotundo fracaso la decisión, impuesta por la burocracia en un plebiscito, de aceptar las suspensiones, en marzo pasado, en calidad de temporarias.

La producción de la fábrica de blocks cayó de las 4.000 toneladas por mes que se registraban el año pasado a la mitad a principios de este año, y el mes pasado a 700 toneladas.

La empresa que comprara Cristóbal López, dueño del emporio del juego en Rosario (Casino, hotel y centro de convenciones), pretende una ayuda “extra” del Estado –además de los Repro que cobran todos los operarios– para alcanzar una producción de 2.000 blocks por mes.

Este reclamo patronal demuestra cuánto más barata sería la expropiación de la fábrica y su funcionamiento bajo control obrero, pues se dejaría de financiar la ganancia que, incluso en estas condiciones, obtiene el capitalista K.

El corte se realiza con el apoyo de medio centenar de trabajadores de Mahle, productora de aros de pistón, quienes también reclaman la expropiación de la empresa, luego de los vaciamientos de la patronal y de las condiciones leoninas que exigen los candidatos a comprarla.

LOS K YA ESTÁN EN EL FONDO

La marcha del gobierno hacia el FMI está sembrada de rosas.

Todo reluce: suben las reservas, paró la fuga de capitales, cayó el maldito ‘riesgo-país’, crecen los depósitos y hasta se revaloriza el peso.

El ‘milagro’ no es solamente una confección interna: la caída internacional del dólar refleja una fuga de capitales en los Estados Unidos, que incluso no busca ‘refugio’ en ningún otro país sino en el oro.

Pero el gobierno hace lo suyo: promueve un canje de deuda pública que aumenta la tasa de interés para los especuladores, rescata empresas con plata de la Anses y ha prometido pagarle a los llamados bonistas y al Club de París y acabar con los subsidios a la luz, la nafta, el gas, el transporte –o sea, un tarifazo.

El proyecto de Presupuesto que ya ingresará al Congreso anuncia un inmenso ajuste – disimulado con una exagerada proyección del crecimiento y una disminuida (irreal) tasa de inflación.

Además, con María del Carmen Alarcón, una mujer que combina los rasgos indígenas con el servicio a los capitales agrarios, los K se están empezando a amigar con la ‘puta oligarquía’.De negociación en negociación, hasta puede terminar en un compromiso con el mismísimo Clarín: ¿por qué no, si ya consiguió la adhesión del cardenal Bergoglio y del Episcopado a la ley de medios?

Con los trabajadores también sigue una regla fondomonetarista: el miércoles a la tarde mandó a la Gendarmería y a la burocracia de la CGT a poner en marcha a palos la producción en Kraft-Terrabusi, y fueron sacados cagando por los trabajadores.

El mismo procedimiento ha utilizado con los petroleros de Las Heras.

Le ha soltado la mano a Massuh, Mahle y Paraná Metal –a cuyos obreros les había prometido la defensa del empleo.

Los intelectuales que miran para otro lado, acompañados siempre por la CTA, se alegran con el lugar que creen les reserva la futura ley de medios –pero ya engañan a los demás y a sí mismos al no denunciar que el gobierno nacional y popular está en plena entrega fondomonetarista y en plena represión a los trabajadores.

No al gobierno fondomonetarista: hagámosle morder el polvo impulsando la victoria de las luchas obreras.

Obama y el Fondo, garantes del matrimonio "nacional"


Las riñas del gobierno con el campo o con Clarín hicieron mucho ruido en estos días, es cierto. Pero como suele ocurrir en la historia nacional, el hecho más saliente de la situación política pasaba afuera del país. En las oficinas del tesoro de Inglaterra, el ministro Boudou acordaba con el Fondo Monetario la “normalización de relaciones” con la Argentina. El gobierno aceptó la revisión integral de las estadísticas y cuentas públicas, algo que, según Boudou, no implicará “condicionamiento alguno” para el país. No explicó por qué, si esto es así, los K vienen rechazando esa auditoría en nombre, precisamente, de los condicionamientos. El informe del Fondo abrirá la puerta para el pago en cuotas de la deuda con el Club de París, contraída en buena parte por la dictadura videliana. A partir de allí, los Kirchner aspiran a reiniciar un ciclo de endeudamiento con el capital financiero internacional. Todo ello, según Boudou, a través de un acuerdo “liviano” y “sin pedirle un peso” al Fondo. Pero el gobierno sabe que el informe del Fondo dirá “que la Argentina tiene un desequilibrio macroeconómico, y que lo oculta con estadísticas falsas” (Ambito, 31/8). Para remediar esos desequilibrios, el Fondo reclamará la reducción de subsidios y gastos sociales, de modo que el presupuesto nacional obre como garantía efectiva del pago de la deuda pública. En cuanto al “Indek”, los K ya arreglaron con el Fondo un “indulto” para las falsificaciones pasadas, lo que incluye a los atropellos perpetrados contra sus técnicos y trabajadores. En definitiva, la ruta que va del FMI al Club de París, y del Club a los bancos privados internacionales, tiene sus mojones clavados. Entre ellos, el tarifazo en el transporte y los servicios públicos, y el congelamiento de salarios para los trabajadores del Estado. El gobierno se vanagloria de “volver al mercado financiero internacional sin pedirle nada al Fondo”. Pero no dice qué le pedirán el Fondo y los “mercados” para poder “volver”.

De todos modos, no hace falta ninguna auditoría para que salga a la luz el eslabón más débil de la crisis, que es la bancarrota de los estados provinciales. La crisis social y política en Santa Cruz o Córdoba ya hizo trizas la capacidad de gobernar de Peralta, Schiaretti o Scioli, incluso antes de que la camarilla “K” saliera a moverles el piso. En Córdoba, pero también en Buenos Aires, el pago de los sueldos estatales está colgado del envío de fondos del gobierno nacional. Pero la caja del Estado nacional tampoco aguanta para sostener esa extorsión de los Kirchner. Por eso, el gobierno va a permitirles un mayor endeudamiento a las provincias. Pero ¿quién le prestará a los distritos en cesación de pagos? Sólo si colocan en garantía los ingresos del fisco, a costa de impuestazos, de ajustes salariales, de despidos. En definitiva, la “vuelta a los mercados” plantea una conmoción social en las provincias.

Los medios y la crisis política

Mientras se producen estos arreglos financieros, lo que el gobierno y opositores presentan como un debate sobre la libertad de expresión (la ley de medios) es, por sobre todas las cosas, una lucha despiadada entre los grupos capitalistas que ejercen el monopolio privado de esos medios, a costa de la privación de cualquier libertad de expresión para la mayoría que trabaja. La ley de medios de los Kirchner no altera nada de esto, sólo habilitó a la disputa por un nuevo reparto del mercado entre los pulpos. En los últimos días, los opositores de toda laya –incluyendo a los centroizquierdistas– “descubrieron” que la ley permite el ingreso de los monopolios telefónicos al negocio mediático. La “revelación” estuvo asociada a otro hecho: la salida a la venta de las acciones de Telefónica en Telecom, desatando una guerra entre varios pulpos capitalistas –¡entre ellos Clarín!– por el control de Telecom y, a través de ésta, de los futuros negocios que aseguraría la ley “nacional y popular”. El gobierno, que quiere a los Werthein o Ezquenazi en Telecom, ha redoblado la guerra contra Clarín. Pero la apuesta podría ser demasiado elevada para un gobierno en disolución. En Diputados, el gobierno está contando angustiosamente los porotos para sancionar la ley. Si se aprobara, Cobos espera “dormirla” en el Senado hasta que se concrete el recambio parlamentario y asestarle entonces a los Kirchner un tercer voto “no positivo”. Por si las moscas, los rivales mediáticos del matrimonio oficial se han puesto a preparar el “dossier” de su destitución. De todos modos, y tratándose de una lucha por negocios millonarios, toda la carpeta podría ser archivada a cambio de un acuerdo, incluso, con Clarín. Por caso, la causa por enriquecimiento ilícito de los Kirchner pasaría ahora a la oficina anticorrupción. Es la antesala de un eventual juicio político, que tendría andamiento con la nueva composición del Congreso. Mientras tanto, el criminal episodio de la falsificación de medicamentos oncológicos ha vuelto a sacudir al corazón de la camarilla, a sus burócratas sindicales y, principalmente, a sus fuentes de financiamiento. Nuevamente, queda claro que la “reconstrucción de la burguesía nacional” se operó, no sólo sobre la licuación del salario y la pobreza, sino también contra la salud y la vida de los trabajadores.

Lo que aflora, por lo tanto, no es un “gran debate nacional” (como sueñan los intelectuales oficiales) sino la descomposición del régimen en toda su dimensión. Hace seis años, toda la burguesía y sus clanes políticos saludaba la “construcción de poder” de los Kirchner, que permitía restaurar la autoridad política del Estado. Ahora, esos mismos clanes conspiran para devolver a los Kirchner a la categoría de los olvidados o, eventualmente, de los convictos. Están a la búsqueda de otro advenedizo que pilotee la bancarrota política, social y económica del “modelo productivo”.

La clase obrera

Para sobrevivir a estas conspiraciones políticas, los Kirchner ya eligieron sus armas y sus socios. Por un lado, el Fondo Monetario. Por el otro, el departamento de Estado yanqui y el gobierno Obama. En los foros de la diplomacia latinoamericana, Cristina se empeñó a fondo para salvar el reforzamiento de la presencia militar imperialista en la región. En suma: los Kirchner quieren salvarse de la embestida de los derechistas locales apelando a los mandantes de esos derechistas, que están en Washington y Londres. El precio de ese salvoconducto será pagado –ya lo está siendo– por los trabajadores, jubilados y consumidores, a través de tarifazos, congelamientos salariales y despidos. El “pase libre” que Boudou salió a mendigar en Londres incluye garantías a la libertad de despedir y la reducción de los “costos del trabajo”. Lo mismo que Techint le acaba de pedir a Cristina, como condición para una “reconciliación”. Por eso, a los obreros de Terrabusi-Kraft los enfrentó la Infantería.

Cuanto mayor es la envergadura de la crisis social y política, más profunda es la atadura de la burocracia sindical a la política oficial. Los Moyano y los Yasky siguen paralizados, a la espera de un “Consejo Económico y Social” que feneció, no por ellos, sino por la crisis del régimen y las disputas entre fracciones capitalistas.

Pero la pérdida de la paciencia no es un atributo exclusivo de los opositores patronales. Las crisis provinciales están empujando a los trabajadores a la huelga y a las calles, mucho antes de que sus gobiernos encuentren salida a sus bancarrotas. En la clase obrera industrial, las comisiones internas, los cuerpos de delegados en renovación y las nuevas camadas de activistas están siendo sacudidos por la escalada de suspensiones y despidos, y por los acuerdos salariales ruinosos. A partir de este cuadro, la tarea del momento es agrupar a los trabajadores que luchan con independencia de la burocracia para luchar por una tendencia clasista en los sindicatos, y por plenarios y congresos de trabajadores que planteen una salida obrera a la desintegración del régimen, tanto en la variante del gobierno como en la de sus opositores capitalistas.

Marcelo Ramal

Terrabusi, Subtes, petroleros, Tatsa…

Defendamos estas luchas

El lunes a la madrugada, los Kirchner y Aníbal Fernández pusieron su infantería al servicio del pulpo Kraft/Terrabusi.

Los palos y gases no pudieron quebrar la tenaz resistencia obrera contra los despidos y en defensa de su organización fabril.

Por los mismos motivos, los trabajadores del subte paran este jueves 10.
Defienden a su representación obrera contra una burocracia que viene de entregar, una vez más, las aspiraciones salariales.

El gobierno kirchnerista ya le mostró los dientes a los compañeros de Metrovías. Lo hizo a través del secretario de Transporte, el ex funcionario macrista Juan Pablo Schiavi.

“El servicio está por encima del derecho de huelga”, dijo. Habló en nombre del gobierno que perpetró el mayor vaciamiento de los servicios públicos en beneficio de los privatizadores.

¡El mismo libreto se aplicó, semanas atrás, contra los obreros petroleros del sur! Después de una huelga que arrancó el 25% de aumento y el pago de los días caídos, Repsol y el gobierno exigieron, en un acta fascista, la virtual ilegalización de las huelgas en toda Santa Cruz.

Terrabusi, el subte, petroleros. El gobierno, que muestra su mejor sonrisa ante el FMI, rechina los dientes contra la clase obrera.

Pero este frente común del gobierno con Repsol, Kraft o Roggio tiene otro socio de fierro: la burocracia sindical.

Mientras apaleaban a los compañeros de Terrabusi, el burócrata Daer salía a “desmarcarse” de la acción de los obreros.

Mientras los obreros del subte salen a la lucha, la burocracia de la UTA actúa como fuerza de choque de Roggio y el gobierno contra los delegados.

Mientras los piquetes patagónicos reclamaban luchar contra los pulpos, la burocracia petrolera firmaba el acuerdo rompehuelgas impuesto por los Kirchner y Repsol.

La burocracia es el brazo ejecutor de la escalada capitalista contra la clase obrera.

Pero esa ofensiva encuentra una línea de resistencia.

La conforman los delegados, activistas y comisiones internas que se han puesto de pie al cabo de luchas extraordinarias.

Los trabajadores del subte, de la alimentación, del petróleo; los estatales de Córdoba y de Santa Cruz; los compañeros de Tatsa se han cargado al hombro la defensa del salario, de las condiciones laborales y de sus organizaciones de lucha.

Mientras tanto, los burócratas se han cargado otro crimen contra la salud y la vida de los trabajadores. Es el escándalo de los medicamentos truchos, que financió la campaña electoral de “su” gobierno.

“Se va a acabar..., se va a acabar”... La vieja consigna de la clase obrera que lucha contra la burocracia necesita sonar con más fuerza que nunca.

Abramos una deliberación en todos los sindicatos por la formación de agrupaciones y de una tendencia clasista; por la convocatoria a plenarios y congresos de trabajadores, para debatir y luchar por una salida obrera frente al desastre que nos deparan un gobierno en ruinas, por un lado, y sus opositores capitalistas, por el otro.

Declaracion de la FUBA frente al golpe en Honduras

Declaración de la Federación Universitaria de Buenos Aires frente al golpe en Honduras
La Federación Universitaria de Buenos Aires, en una reunión conjunta de su Junta Representativa y de Junta Ejecutiva, quiere hacer llegar su apoyo incondicional al pueblo de Honduras que está batallando heroicamente en las calles contra los golpistas que ha usurpado el gobierno, para defender los intereses de las clases dominantes locales y del imperialismo norteamericano.
La Federación Universitaria de Buenos Aires denuncia que los golpistas están desatando una represión salvaje contra el pueblo en lucha. Los informes de la organizaciones de derechos humanos dan cuenta de asesinatos, arrestos masivos e incluso de decenas de desaparecidos. La represión ha puesto su mira en la Universidad hondureña, porque los golpistas quieren doblegar mediante la fuerza a la juventud estudiantil de Honduras, que es uno de los pilares de la resistencia popular.
Para la Federación Universitaria de Buenos Aires no cabe la menor duda que el golpe de Estado perpetrado en la república de Honduras el 28 de junio pasado, que terminó con la destitución del presidente Manuel Zelaya y dio lugar a la instalación de un régimen represivo en dicho país contó con el aval directo del imperialismo. Los EEUU se encuentran impulsando una ofensiva más general en la región, atacando todos los gobiernos que no se han alineado de manera directa con su política, en particular a aquellos que han defendido planteos de tipo nacional.
La Federación Universitaria de Buenos Aires denuncia la participación directa del imperialismo en el golpe y rechaza con todas sus fuerzas el reciente acuerdo entre Colombia y EEUU para instalar 7 nuevas bases militares en Colombia. Exigimos el desmantelamiento de todas bases militares imperialistas en nuestro continente, entre la que destacamos la que funciona en Islas Malvinas, territorio argentino.
Por este motivo la Federación Universitaria de Buenos Aires quiere dejar muy en claro que la intervención de la OEA , avalada por el gobierno de nuestro país, ha servido para disimular la participación de los EEUU en el golpe. La OEA reconoció a los golpistas al negociar con ellos los términos de un acuerdo político que en todos los casos implicaba condicionar el retorno de Zelaya, incluyendo el adelantamiento de las elecciones, sin la realización de la Asamblea Constituyente , es decir que se tomaba como suyo el programa de los golpistas.Como es nuestro deber, la Federación Universitaria de Buenos Aires se coloca de manera entusiasta del lado del pueblo hondureño, que está protagonizando una verdadera rebelión popular, con marchas callejeras permanentes, huelgas masivas del sector público y privado, participación activa de los trabajadores, los campesinos y los estudiantes. Mientras los gobiernos de la región se siguen sentando con el imperialismo en ese “ministerio de colonias” que es la OEA es el pueblo el que lucha contra el golpe, poniendo sus mártires en un enfrentamiento desigual con el Ejército y las fuerzas de seguridad del Estado.
La Federación Universitaria de Buenos Aires quiere mandar un saludo especial a nuestros hermanos del movimiento estudiantil hondureño. Queremos que sepan que seguimos muy de cerca su lucha, que nos enardecemos cada vez que los medios de comunicación muestran la represión a la que son sometidos, pero al mismo tiempo confiamos que junto al pueblo de Honduras van a lograr, sin bajar en ningún caso sus banderas, derrotar a los golpistas, a las clases dominantes y al imperialismo.
La lucha contra el golpe en Honduras interesa a toda América Latina. Todo el movimiento estudiantil del continente debe tener una consigna única: no podemos dejar sólo a nuestros hermanos de Honduras. Retomando las mejores tradiciones de lucha, desde la Reforma del 18 hasta la fecha, convocamos a todo el movimiento estudiantil de América Latina a movilizarse de manera conjunta para derrotar al golpe de Honduras. Nos toca a la actual generación del movimiento estudiantil latinoamericano asumir las responsabilidades que nuestra época nos plantea, sobre todo ahora que el imperialismo y la reacción política quiere valerse del movimiento estudiantil, como sucede en Venezuela, para sus planes reaccionarios.
La Federación Universitaria de Buenos Aires le plantea al movimiento estudiantil de América Latina, a sus federaciones nacionales y locales, la necesidad de adoptar una iniciativa conjunta para apoyar al pueblo hondureño en su lucha contra el golpe reaccionario e imperialista. En ese sentido elevamos la propuesta de realizar un encuentro latinoamericano en la propia Honduras y si las condiciones políticas no lo permitieran, en sus fronteras, para dejar muy en claro que el golpe debe ser derrotado y que el pueblo en lucha debe lograr sus objetivos históricos.
¡Viva la rebelión del pueblo hondureño contra el golpe!
¡Restitución de Zelaya sin condicionamientos!
¡Abajo los golpistas y sus aliados imperialistas!
¡Fuera las tropas y bases militares imperialistas de América Latina!
Firman: Presidencia de Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, Veterinaria, Sociales, Psicología, Económicas, Odontología, Farmacia, Ingeniería, Exactas, Arquitectura.

Legalización de las drogas: un llamado a la apatía política (y un fraude)

En la medida en que un número cada vez mayor de jóvenes de todos los países del mundo se vuelcan al uso de drogas psicotrópicas de todo tipo, se plantea la pregunta crucial: ¿qué hace que estos sensibles jóvenes jueguen a esta ruleta rusa, en una obsesión mortal que se repite diariamente con todos sus costos y que los lleva a perder su propia esencia humana a través de un doloroso proceso? Muchas razones, que actúan en muchos niveles (psicológico, económico, político, social), empujan a los individuos más desesperados, usualmente durante la adolescencia temprana, a buscar una vía de escape a su insoportable rutina personal a través del uso de una droga psicotrópica, iniciándose con cannabis o alcohol, o con ambos.

La búsqueda de experiencias nuevas y sensaciones intensas, imitar a sus pares, la curiosidad, el fácil acceso a las drogas, la atracción de lo prohibido y lo peligroso, la necesidad de provocar al conservadurismo de la familia y la sociedad: todos estos factores pueden jugar un papel para que el o la joven decidan consumir una droga. Pero para que una persona se vuelva adicta no es suficiente con probar. Se necesita consumir sistemáticamente la droga, en un proceso que tiene sus raíces en la necesidad imperativa de "escapar" de una realidad insoportable (personal, familiar y social), la cual es una fuente de malestar que lo condena a una vida sin sentido. En estas condiciones, las drogas funcionan como "un vehículo de escape", que aparece como "una solución" a sus problemas insolubles. Por lo tanto, la decisión personal de consumir drogas es producto de un impasse, de la incapacidad de la persona para encontrar alguna otra salida para su crisis, cayendo progresivamente en la adicción como un modo de vida definitivo.

El consumo de drogas y la adicción se han convertido en una necesidad artificial (llamada "neonecesidad" por los psicólogos). Desde este punto de vista, la adicción parece una caricatura de la evolución de la civilización humana en dirección de la construcción de "neonecesidades" en lugar de las necesidades humanas reales, es decir: del desarrollo de su potencial, de su creatividad y de la comunicación interactiva con el otro, humano y naturaleza.

Como plantea Marx en los Grundrisse, en tanto el dinero es la necesidad imperativa que funciona como coagulación de todas las relaciones humanas, las necesidades de muerte dominan los deseos y necesidades de vida. Una necesidad de vida es la necesidad de interacción, de comunicación con los otros (no sólo de información sino, sobre todo, de experiencias), de creación colectiva dentro del devenir social. Sólo en este contexto puede desarrollarse la personalidad humana, integrada y sentimentalmente madura, para poder lograr su autonomía como ser social, para llegar a constituir la individualidad social libre de la sociedad comunista. La autonomía y la libertad personal sólo pueden existir dentro de una comunidad liberada, a través de la emancipación humana universal y la más alta conciencia de la necesidad natural y de su trascendencia histórica.

La "neonecesidad" de droga – una necesidad compulsiva, artificial y que consume al individuo– , viene a destruir toda otra necesidad y deseo, bloqueando la comunicación de experiencias con otros seres humanos, condenando al consumidor de drogas al extrañamiento del otro y al de su propio yo, de sus propios sentimientos, de la capacidad de expresar su potencial en la vida social y cultural, de buscar y encontrar el verdadero significado de una vida completa como sujeto en la historia.

El efecto de la droga perturba la conexión necesaria entre el sujeto y el mundo objetivo, el diálogo necesario entre el ser humano y la naturaleza. Frena la necesaria acción social, no sólo durante el momento de consumo de la droga. Es un proceso de cambio del funcionamiento del individuo en el mundo, un proceso de total extrañamiento y destrucción de la subjetividad.En el presente período histórico, con el individualismo, el consumismo, el cinismo, el pesimismo y el extrañamiento que conforman las principales características de la decadente civilización capitalista, reproducidas por la ideología dominante, el proceso de subjetivización y socialización de una persona está bloqueado, ya que el lazo social humano ha perdido todo significado y está quebrado. Este proceso de aniquilación se convierte en fuente de un inmenso dolor físico, que torna al individuo vulnerable, inseguro y dependiente de sus padres o de los otros importantes, viviendo en un estado de continua chatura, insatisfacción y un sentimiento de vacío interior que persiste psíquicamente, incluso si el individuo consume grandes cantidades de bienes de todo tipo.

El consumo de drogas representa su continua búsqueda de todo lo que falta en su vida, de toda fuente de satisfacción, de todos los medios de liberarla o liberarlo del sufrimiento, el dolor y la soledad. Las drogas, fetichizadas desde los medios masivos de comunicación y la narcocultura dominante, se presentan como la "salida" de una realidad infernal en lo personal, familiar y social. Toman gradualmente el lugar de "todo lo que importa" en esta vida miserable. Un sustituto artificial que reemplaza a la vida con su simulacro y, más allá, a la militancia política con la apatía política y la indiferencia social, evitando toda forma de lucha contra la pobreza, el desempleo, la represión, la inequidad social y la miseria. El síndrome a-motivacional, característico del consumo continuo de cannabis, es un ejemplo del aspecto político del problema, pues da forma a una vida alejada de cualquier tipo de interés en la política y en la vida real. Esta es una cuestión crucial para una juventud que enfrenta problemas vitales como el desempleo, la pobreza y la agresión. Vivir en el mundo artificial de las drogas permite que las clases dominantes tengan el camino libre para tomar cualquier medida de austeridad y violar todos los derechos democráticos, políticos y sociales de la juventud sin temer reacciones serias. Pero además del aspecto político del problema, está el aspecto económico. Las drogas son una fuente de inmensa riqueza, una mercancía que los capitalistas desean ver ingresar al mercado capitalista.

Por esta razón, Milton Friedman, el Papa del neoliberalismo y mano derecha de Pinochet, realizó una campaña junto al semanario conservador británico, The Economist, a favor de la legalización de las drogas. Lo que importa para la clase dominante es el sagrado mercado capitalista y sus leyes. La legalización de las drogas, según Friedman, transformará a las drogas en una mercancía como cualquier otra, con las consiguientes ganancias legales y los consiguientes impuestos legales.

Lo que se omite en este argumento es que se trata de una mercancía tan particular, con tanta demanda desde todas las zonas del mundo, que es imposible controlar la poderosa economía en negro que funciona codo a codo con la economía legal.

El ejemplo más obvio es el tamaño inconmensurable del mercado negro de cigarrillos en todo el mundo, totalmente imposible de controlar. En relación al conocido argumento de que la legalización involucra sólo drogas para consumo personal, hay dos cuestiones cruciales a plantear: en primer lugar, en casi ningún caso se consume una droga sola. El principal fenómeno de nuestra época es el consumo de múltiples drogas (politoxicomanía). ¿El consumo de cuántas drogas se legalizará? ¿En qué cantidad? Segundo, una parte constitutiva del proceso de consumir drogas es el acto de iniciación, el acto de intercambiar. "Consumo personal" existe sólo cuando alguien se inicia en el consumo, durante un muy breve período, ya que toda droga psicotrópica se caracteriza por la necesidad de aumentar continuamente la dosis personal (lo que científicamente se conoce como "tolerancia"), lo que lleva al consumidor a buscar inevitablemente dosis mayores, así como otras drogas para lograr un efecto de "estupefacción".Al hablar de acción psicotrópica, debemos hacer hincapié en que la mayoría de los casos de adicción se ven precedidos por el uso simple y sistemático de la droga, ya que la adicción no es una enfermedad en el sentido médico del término. Constituye un fenómeno social multifactorial, que crea determinado modo de vida, de pensamiento, de funcionamiento y de comportamiento.

Si tomamos el ejemplo de Holanda, donde el consumo personal de cannabis está permitido en lugares especiales (los 'coffe-shops'), podemos observar claramente la impasse de la aplicación de un status de legalización de las drogas. Es bien sabido que Holanda se ha transformado en el mayor mercado de drogas (heroína y cocaína) de Europa. Más aún, quizás el consumo de cannabis se encuentre bajo control, ¡pero el consumo juvenil de otras drogas psictrópicas como las anfetaminas (éxtasis, etc.) ha aumentado! Y finalmente, pero no menos importante, Holanda es un país en el que la política de "un instrumentalismo gerencial", que otorga la mayor importancia a los costos y a la eficiencia, es al mismo tiempo una política de estricto control social por parte de las autoridades, que colocan bajo la vigilancia de los servicios sociales a los inmigrantes, la juventud, las familias "problemáticas" y a todo "sospechoso" de desviación de cualquier tipo, con el fin de "normalizar" el comportamiento de acuerdo a las "reglas sociales" de esta sociedad unidimensional en crisis.

¿Vale la pena luchar por este tipo de vida?

Además, el uso de toda droga, inclusive de las "blandas" como el cannabis, puede producir problemas psiquiátricos serios (inclusive de tipo psicótico). Es interesante que la junta editorial del conocido diario británico The Independent se haya disculpado el año pasado con sus lectores por haber realizado durante muchos años una campaña a favor de la legalización de las drogas, mientras que la investigación científica demostró que el uso sistemático, incluso de drogas "blandas", está interconectado en la mayoría de los casos con trastornos psiquiátricos.

Indudablemente, es peligroso e incluso catastrófico plantear como contrapropuesta a la legalización, la desastrosa y reaccionaria política de penalización. Pero es igualmente peligrosa la lógica que subyace a la política de despenalización y legalización. Es la lógica "gerencial" de un complejo fenómeno social que se expande en un contexto de malestar social generalizado, que tiene sus raíces en la actual crisis social y cultural del capitalismo. Lo que se presenta como "radical" es, en realidad, muy conservador, porque propone medios legales para "escapar" a las contradicciones sociales y conservar la apatía social y política. En nombre de los "derechos individuales" y particularmente bajo el pretexto del "derecho a disponer libremente de tu cuerpo", la falacia neoliberal y/o centroizquierdista oculta un problema con raíces profundamente sociales y lo manipula para introducir un mecanismo de control social de los oprimidos en condiciones de crisis sistémica, al mismo tiempo que cultiva el individualismo y la apatía, la adaptación al status quo.

Contra la reaccionaria política de penalización y represión de los adictos, así como contra la manipulación liberal y demagógica del problema social de la adicción a las drogas mediante su legalización y perpetuación en beneficio del dominio capitalista, necesitamos una política realmente radical y emancipatoria, de comunidades terapéuticas basadas en una filosofía revolucionaria y una práctica de liberación social, apoyada por un gran movimiento social y popular contra el sistema capitalista, responsable de generar la presente tragedia humana, que incluye la tragedia de nuestros hermanos y hermanas atrapados en la adicción a las drogas.Nuestra experiencia de dos décadas de lucha continua en la comunidad terapéutica de "18 ANO", en el Hospital Estatal de Salud Mental de Attica, brinda señales optimistas en esa dirección.

Katerina Matsa es Psiquiatra, directora de la Unidad de Drogadependencia "18 ANO" del Hospital Estatal de Salud Mental de Attica, Atenas, Grecia

Miembro del Comité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores de Grecia

Katerina Matsa

LA LIBERTAD DE EXPRESION MERECE UNA LUCHA

No es muy difícil asegurar para la sociedad la vigencia de la libertad de prensa y de expresión en general.

Basta, para ello, abolir el monopolio privado de los medios materiales de comunicación y repartir su uso o usufructo entre la diversidad de las organizaciones políticas y sociales (artísticas, culturales, científicas, educacionales, deportivas), asegurando la participación de las diversas corrientes ideológicas y de ideas que actúan en su seno.

***

El proyecto del gobierno tiene otro sentido.

En primer lugar, ratifica la presencia de los monopolios mediáticos existentes y facilita el ingreso de otros nuevos –como los de la telefonía, lo cual incluye a los capitalistas amigos como el grupo Werthein-Telecom (de la Caja de Ahorro y Seguros).

Esta ratificación es un hecho de fondo dado el cuestionamiento reiterado que ha sufrido la ley de la dictadura por este motivo.

Es también esencial porque abre paso a los monopolios capitalistas que se han desarrollado con las nuevas tecnologías de comunicación (telefonía-internet-televisión).

Es, podríamos decir, incluso crucial, dada la tendencia de las luchas sociales de las últimas décadas a cuestionar el orden precedente.

En resumen, el proyecto oficial reafirma el derecho a la explotación capitalista de la información y el derecho a subordinar o condicionar la libertad de expresión a los intereses de los grupos capitalistas de los medios.

La enorme capacidad económica de estos monopolios y la amplitud de sus relaciones financieras, crean una posición privilegiada para la des-información, el cercenamiento de la opinión y la desvirtuación de la cultura o el arte.

La ley de la dictadura, que está aún vigente, es la expresión de todo el régimen político actual, tanto de oficialistas como de opositores, porque recuerda que más de la mitad de la legislación que todavía rige fue dictada por los gobiernos militares.

La democracia argentina no es un estado de derecho sino de excepción, un régimen inconstitucional.

***

Es verdad que el proyecto K pretende estatizar el 33 por ciento del espacio de comunicación, pero esto no es de ningún modo un progreso ni es contradictorio con la reafirmación del derecho a la explotación privada en gran escala, porque el Estado podría tercerizar o arrendar a grupos económicos o fundaciones ligadas a ellos la producción de contenidos y programas.El matrimonio oficial ha hecho de estos trucos una profesión: tercerizó, por ejemplo, el sistema de obras públicas por medio de fideicomisos, para burlar las auditorías del Congreso.O creó Enarsa, para licitar la explotación de la plataforma continental.

Pero la estatización de la opinión o de la expresión puede ser incluso peor que el monopolio privado, porque el Estado concentra el poder político del capital, tiene el monopolio de la fuerza y opera por medio de una burocracia tanto o más conspirativa que los ‘servicios’ privados, pero más centralizada (al menos en principio).

***

En el programa de los socialistas del Partido Obrero, la abolición del monopolio privado y estatal sobre la información y la prensa constituye el primer paso hacia la disolución del propio Estado como instrumento histórico de coacción.

La libertad real de expresión es la base de la libertad política y, por lo tanto, esencialmente contradictoria con el Estado.

***

El último aspecto del proyecto es que habilita un espacio de comunicación (otro 33%) para el llamado “tercer sector”, que incluye desde una universidad a una ONG o una fundación, pasando por sindicatos o clubes de fútbol.

Esta generosidad llama la atención de parte de un gobierno que mantiene en la ilegalidad a la mayor parte de los medios de este sector –algo que podría haber superado por medio de una resolución.
Pero este ‘tercer sector’ no es independiente, como ocurre con las fundaciones y ONGs que tienen financiamiento privado o estatal, o en el caso de los sindicatos burocráticos, que son estructuras paraestatales para regimentar a los trabajadores.

El gobierno de la ‘borocotización’ permanente (mejor dicho crónica) pretende, en este caso, alentar lo que él mismo dio en llamar proyectos ‘público-privados’, como ocurre con el uso del dinero de la Anses para comprar deuda pública o ‘invertir’ en empresas.

Estas características del proyecto kirchneriano lo distinguen del chavista, que es definidamente estatista –los funcionarios nombrados en los medios deben jurar por la Constitución, o sea que podrían llegar a ser juzgados como traidores a la patria (“que dios y la patria me lo demanden”).

En todo caso, un par de pymes de la comunicación o un funcionario de medios más creativo no cambian el escenario –ni se podría decir que servirían para adornarlo.

***

Durante más de cuatro años, los funcionarios kirchneristas discutían con los funcionarios de Magneto la tapa de Clarín del día siguiente.

Un matrimonio no se disuelve por razones de principios, sino cuando la convivencia entra en crisis.
La escaramuza con Clarín es la expresión de una crisis política más general, de ningún modo “un retorno a las ideas”; no hay que confundir dinamismo con viejazo.

Es una crisis de régimen: no solamente el gobierno está en la picota, lo mismo le pasa a Clarín –es un monopolio asediado por otros monopolios y cuestionado por una mayoría social a la que no le importaría que lo pasen a mejor vida.

No hay que descartar, entonces, que se busquen un compromiso o que armen un impasse legislativo hasta encontrarlo.

***

¿Vamos a dejar que lleguen a un arreglo sobre nuestras espaldas?

¿Vamos a aceptar la trampa del mal menor, con K contra Clarín o con éste contra la camarilla, para dejar que al fin transen por encima de nosotros?

¿O vamos a caer en la pusilanimidad centroizquierdista, que ofrece sus votos a cambio de una modificación en la designación del órgano de aplicación, o de la cuota para las provincias o del lugar de la CTA?

Así como un reo no puede alegar ignorancia del delito, el centroizquierda no puede escudarse en el desconocimiento del carácter de clase del Estado y la falta de transparencia y corrupción de su burocracia.

Pero tenemos una opción: hagamos reuniones y discutamos el tema, e impulsemos una campaña de pronunciamientos con las conclusiones que permitan conquistar en forma efectiva la libertad de expresión.

Nacionalización de las empresas capitalistas de medios de comunicación y distribución de esos espacios a los partidos políticos efectivos –de acuerdo a su influencia real medida por los votos y la participación pública– y a todas las organizaciones sociales que no tienen motivación de lucro, asegurando la presencia en los espacios de comunicación de la gama o diversidad de sus tendencias ideológicas.

Jueves 3 De Septiembre 18 hs

Concentracion En Congreso Contra La Trata De Personas

POR LA APARICION CON VIDA DE TODAS LAS DESAPARECIDAS

DESMANTELAMIENTO DE LAS REDES DE TRATA Y PROSTITUCION

ABAJO LA COMPLICIDAD POLITICA Y POLICIAL

BASTA DE ESCLAVITUD SEXUAL Y LABORAL
CONTENCIÓN A LAS VÍCTIMAS ACORDE A CADA CASO

BASTA DE NEGOCIADO

BASTA DE IMPUNIDAD

ROCIO MARINI 12 AÑOS

SE LA VIO POR ULTIMA VEZ EL 22 DE AGOSTO

EN LA ESQUINA DE COMBATE DE LOS POZOS Y 15 DE NOVIEMBRE EN CAPITAL FEDERAL
QUE APAREZCA ROCIO YA!!

QUE APAREZCAN TODAS

Actividad conjunta de organizaciones de mujeres, feministas, sociales, políticas y vecinos.

Organización de Mujeres

PLENARIO DE TRABAJADORAS