La provincia de Buenos Aires se convirtió en el reino de las colectoras. Desde sus dos candidatos a gobernador, Scioli y Sabbatella, hasta los múltiples candidatos a intendente en cada municipio plantean profundizar el modelo y llaman a la juventud a sumarse haciendo demagogia barata, evitando debatir sobre los problemas que afectan a los estudiantes. Sin embargo, conocemos muy bien su modelo: el de la asfixia presupuestaria que tiene a los colegios y los institutos en pésimas condiciones; el del vaciamiento académico, que devalúa los títulos y ofrece postítulos pagos “como complemento”; el de la implementación de cupos y filtros, que generan deserción; el de la regimentación de los centros de estudiantes para impedir la organización estudiantil independiente. Todos ellos llevan adelante un sistema de exclusión y privatización de la educación. En las universidades del conurbano desfilan convenios con empresas de todo tipo, desde los ya conocidos fondos de La Alumbrera -que paga para que las universidades digan que su explotación minera no contamina- hasta los convenios de pasantías y trabajo precarizado de los estudiantes. En la UNLA, los estudiantes de Turismo tienen que trabajar por dos mangos en la empresa despegar.com. Estas universidades se convierten en una bolsa de trabajo para la burguesía, ofreciendo desde mano de obra barata y hasta gratuita a cambio de financiamiento, y nos quieren hacer creer que esas horas de trabajo son para mejorar nuestra formación. Con esto se benefician los empresarios K, pero también los de la oposición: hay convenios con empresas de Clarín, de Techint, además de las telefónicas, automotrices y ferroviarias, que hasta crean carreras particulares para ellas.
La UJS se coloca a la cabeza de la lucha contra esta situación, organizando a los estudiantes en asambleas, con movilizaciones y cortes de ruta, recuperando centros de estudiantes y luchando en defensa de la educación pública. Estas luchas, que venimos desarrollando a lo largo y ancho de la provincia, deben tener una expresión política en las próximas elecciones, introduciendo la situación educativa en los debates de la campaña electoral y construyendo la alternativa a todas las variantes capitalistas: el Frente de Izquierda. El Frente está formado por los que enfrentamos la explotación capitalista, sus listas están integradas por decenas de jóvenes que luchamos en defensa de la educación pública. Los que día a día enfrentamos los intentos del gobierno de cooptar y callar al movimiento estudiantil, con el armado de agrupaciones cooptadas por el Estado, como La Cámpora o el Movimiento Evita, que con gran financiamiento (incluidos los salarios abultados de sus dirigentes) se empeñan en obstaculizar cualquier tipo de lucha que pueda cuestionar a su gobierno, o minimizar los reclamos y desviar las iniciativas de lucha a “soluciones más moderadas” e implementar toda su política asistencialista organizando a los estudiantes a pintar sus escuelas. En las elecciones, ¿los estudiantes vamos a votar por nuestros verdugos? Todas las variantes del régimen -sean K puros, K por conveniencia, la derecha del PJ Federal o el centroizquierdismo sojero- impulsan el modelo de privatización de la educación. La alternativa es profundizar las luchas que venimos desarrollando en el ámbito electoral, sumando a todos los estudiantes que luchan a la campaña del frente, organizando comités de apoyo en cada lugar de estudio, logrando una participación y una votación masiva de la juventud de la provincia al Frente de Izquierda. En estas próximas elecciones, los estudiantes debemos jugar un rol protagónico para desenmascarar la política de destrucción de la educación pública que desarrollan el gobierno de Cristina y sus socios locales.
La UJS se coloca a la cabeza de la lucha contra esta situación, organizando a los estudiantes en asambleas, con movilizaciones y cortes de ruta, recuperando centros de estudiantes y luchando en defensa de la educación pública. Estas luchas, que venimos desarrollando a lo largo y ancho de la provincia, deben tener una expresión política en las próximas elecciones, introduciendo la situación educativa en los debates de la campaña electoral y construyendo la alternativa a todas las variantes capitalistas: el Frente de Izquierda. El Frente está formado por los que enfrentamos la explotación capitalista, sus listas están integradas por decenas de jóvenes que luchamos en defensa de la educación pública. Los que día a día enfrentamos los intentos del gobierno de cooptar y callar al movimiento estudiantil, con el armado de agrupaciones cooptadas por el Estado, como La Cámpora o el Movimiento Evita, que con gran financiamiento (incluidos los salarios abultados de sus dirigentes) se empeñan en obstaculizar cualquier tipo de lucha que pueda cuestionar a su gobierno, o minimizar los reclamos y desviar las iniciativas de lucha a “soluciones más moderadas” e implementar toda su política asistencialista organizando a los estudiantes a pintar sus escuelas. En las elecciones, ¿los estudiantes vamos a votar por nuestros verdugos? Todas las variantes del régimen -sean K puros, K por conveniencia, la derecha del PJ Federal o el centroizquierdismo sojero- impulsan el modelo de privatización de la educación. La alternativa es profundizar las luchas que venimos desarrollando en el ámbito electoral, sumando a todos los estudiantes que luchan a la campaña del frente, organizando comités de apoyo en cada lugar de estudio, logrando una participación y una votación masiva de la juventud de la provincia al Frente de Izquierda. En estas próximas elecciones, los estudiantes debemos jugar un rol protagónico para desenmascarar la política de destrucción de la educación pública que desarrollan el gobierno de Cristina y sus socios locales.
¡Todos con el Frente de Izquierda! Christian Maye